Enriqueta Jiménez
"Queta Violeta" nos va guiando en este acelerado despertar masivo de conciencia. Con sus palabras nos transmite el legado que nuestros "hermanos de luz" quieren hacer sabera todos nosotros.
Enriqueta Jiménez es una sanadora originaria de Oaxaca donde nació en el año de 1951. Los dones que ella recibió del Espíritu Santo la despertaron a temprana edad, desde entonces esta pequeñita podía ver siluetas de seres de luz que la acompañaban.
Conforme fue creciendo sus dones también se acrecentaron. Ella recibía premoniciones a la corta edad de 7 años, visiones de eventos que estaban por suceder y que después veía tal cual sucedían, sin poder evitarlos.
Preguntaba inquieta a otros si veían tal o cual cosa y se daba cuenta que los demás ni se enteraban de lo que ella percibía por lo que callaba pensando que había perdido la razón. Así fue creciendo a veces sin entender nada.
De jovencita se dio cuenta que cuando tocaba a alguien que estaba desarmonizado o con alguna molestia física se sentía mejor y entraban en una paz y tranquilidad espiritual tan notoria que le preguntaban ¿qué tenía en sus manos? Porque experimentaban esta sensación de mejoría y bienestar.
Al transcurso del tiempo se casó pero ni su esposo entendía nada del asunto, de manera que continuó guardando silencio sobre sus dones. Desde los 22 años vino a vivir a Guadalajara con su esposo, luego por su trabajo se mudaron a Yucatán, Tabasco, Texcoco sin indagar nada sobre espiritualidad.
En el año 200 retomó sus dones porque debido a la clariaudiencia, que es el poder escuchar las voces de sus guías, le fue indicado a través de Saint Germain que debía acudir al foco tonal donde recibió los rayos verde y violeta de sanación y transmutación. Fue entonces que descubrió la luz en sus manos.
Videncia, clariaudiencia, clarisintiente, don de sanación y canalización de seres de luz son los dones que Enriqueta recibió del espíritu santo después de haber vivido varias cirugías que la sometieron a intensos dolores y que contribuyeron para que ella recibiera estos dones ya que es bien sabido que quienes llevan una vida de sacrificio son “elegidos” para ser sanadores. Dos veces estuvo en el umbral de la muerte y si volvió es para cumplir esta noble misión de ayudar a sus hermanos.
Ella asegura que por la gracia Divina de Dios puede ayudar en la sanación de “TODO TIPO” de enfermedades incluso el dengue y la influenza que estamos viviendo. Usted puede verificar lo de los dones en la Biblia mencionados en 1 Corintios 12:7-11). En la lista se incluyen los siguientes dones o manifestaciones del Espíritu: sabiduría, conocimiento, fe, sanidad, milagros, profecía, discernimiento de espíritus, lenguas e interpretación de lenguas. Los dones del Espíritu Santo son simplemente la obra u operación de Dios.
Los dones que ella recibió del Padre no han sido gratuitos ya que ella tras padecer un calvario de 8 cirugías dolorosísimas y otras pruebas a lo largo de su vida, recibió los dones de sanación, en una misión que le fue revelada cuando en una de estas cirugías ella partió por unos minutos hacia el Señor para retornar con la tarea de ayudar a los demás.
He estado observando su trabajo de sanación y la reacción de las personas que se colocan ante ella para recibir no solo salud mental, física o emocional, sino espiritual y al recibirla su vida se transforma:
Una señora que llegó a la casa donde amablemente se le hospedó a la sanadora y donde se ofrece el servicio comentó:
-Yo desde antes de entrar a la casa, en la cochera empecé a sentirme sanada. Venía con la boca trabada que no podía ni hablar y al llegar a la cochera de inmediato sentí el alivio y la energía tan hermosa que hay en este hogar y se lo comenté a los que estaban esperando junto conmigo. Puedo sentir la energía tan hermosa de la señora. De inmediato la señora a quien nombraré Ana porque no recuerdo su nombre comenzó a llorar pero de alegría.
Al iniciar la sesión de sanación ella comentó sentir tranquilidad, paz percibiendo hermosos colores y una gran mejoría. Mientras Queta colocaba sus dedos a la altura de su frente girándolos sin tocar, ella indicó ver “una hermosa luz blanca” y comenzó a llorar mencionando que sentía muy bonito. ¡Estaba completamente conmovida! Y nos conmovió a los presentes.
¡Siento una gran alegría y no sé ni porqué! –decía emotivamente Ana, mientras Queta continuaba a veces tocando sobre pecho, o accionando los dedos de diferente manera a cierta distancia de la paciente.
-¡La luz ha entrado en ti! –dijo Enriqueta amorosamente.
-Siento mucha felicidad –respondió Ana.
La sanadora, jala, aprieta, abre, cierra, corta, gira, saca, todo eso se ve a través del accionar de sus manos y al hacerlo el paciente indica sentirse mucho mejor.
-Siento mi estómago menos duro porque lo traía como apretado –comenta Ana. Todo se va y siento una tranquilidad en todo mi cuerpo. Me siento más ligera.
Vicky.-¿Alguna vez te habías sentido como hoy?
Ana.- No ….
Empieza a llorar conmovida diciendo ¡la felicidad que siento ahorita no la había sentido, bueno creo que cuando nacieron mis hijos nada más….
Queta.- ¡Bendita seas por abrir tu corazón!
Enseguida Queta en silencio la tomó de sus manos para darle lo que le pertenece como todo ser de luz que es “sus dones”.
Yo aproveché para solicitarle lo siguiente:
Vicky.-Te pedimos que digas a todos lo que has vivido, sentido y recibido hoy en esta casa para que se acerquen muchos, porque todos tienen derecho a recibir lo mismo.
Ana.-¡Cuenten con eso!
Vicky.-¡Gracias!
Es impresionante ver trabajar a un sanador, cada uno trabaja a su manera, con su técnica, con sus dones de clarividencia, clariaudiencia, visión transdérmica o sea a través de piel.
Por ejemplo mi amigo Martín Pescador es especialista en cirugía de corazón y lo entiendo porque él es muy devoto del Sagrado Corazón de Jesús. Porta en su pecho la medalla de San Benito y cuando trabaja se calienta al igual que sus manos que algunos sienten que queman pero sanan. Martín Rayo de Talpa sana con la oración, tan fuerte que puede liberar entidades negativas del cuerpo lo he comprobado a través de gente que ha sanado y luego me dan su testimonio.
Enriqueta Jiménez de quien les he hablado está dando sanación con donativo voluntario pero además activando los chacras para que todos aquellos que nacieron con dones de sanación y que por alguna causa no hayan iniciado su camino en la salud, se reactiven y den ayuda al prójimo ya que por ese motivo recibieron los dones del “espíritu santo”.
Desde la coronilla hasta los pies da tres golpecitos en cada chacra y luego presiona y la gente va teniendo sensaciones similares y viendo colores. Los que están más despiertos perciben mejor y más colores pero aún cuando no todos vean cada color reciben la luz del Padre si así lo deciden.
Queta desde pequeña era muy perceptiva recuerda una de sus experiencias:
-“Siempre que estaba enferma o que tenía fiebre veía que se acercaba una masa como acuosa de color verde y azul con destellos de color plateado y dorado. Se acercaba a una distancia de unos cinco metros por arriba del techo, me quedaba extasiada viéndola y luego percibía una sensación de nauseas y coincidentemente recibía sanación, se me quitaba la fiebre o el malestar que tuviera, siempre me sucedía eso.
Desde jovencita veía muchas cosas, a veces con anhelar algo yo veía lo que deseaba. Si pensaba en una amiga luego la encontraba en donde la había visualizado. Eso me sorprendía mucho. Algunas veces en sueños veía que volaba y me desplazaba a sitios desconocidos.
En una ocasión que fui a un Cenote en Yucatán, cerré mis ojos y me tambalee y por poco pierdo el conocimiento. Posteriormente en un programa de Raúl Velasco estuvo una señora con dones espirituales y a través del programa nos invitó a hacer una regresión y yo lo hice desde mi casa. Nos condujo hacia atrás en el tiempo y gracias a ese ejercicio me vi con un vestido negro con un cuello blanco llevando a una niña de la mano. Luego me vi en otra vida portando un pectoral de oro y muchas joyas y enseguida siendo sacrificada en uno de esos cenotes lo que me explicó el porqué mi temor a las aguas quietas. Pude ver en otra vida en Perú cuando la culminación de la civilización Inca.
Son muchísimas experiencias vividas, increíbles que algunos se niegan a creer pero cuando te encuentras gente que te recuerda y reconoce de una vida pasada te das cuenta que no es tu imaginación”.
Bien amigos lectores pero además de esto Queta tiene el don de sanación “muy especial” puede por la gracia de Dios sanar todo tipo de enfermedades. Los invito a que se comuniquen y vivan la experiencia de sanar.
Cualquier información no duden en contactarme al correo:
victoriavalon@gmail.com
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